| Riviera Maya - México |
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“Messico e nuvole” dice una vieja canción italiana y de hecho siempre hay algunas nubes. Pero corren rápidas llevadas por el viento, y si por un instante cubren el sol, son bienvenidas. Raramente llueve y solo son unos minutos; una lluvia fina pero intensa. De todas formas es suficiente buscar un refugio y al cabo de un rato vuelve a salir el sol. Esto por lo menos en invierno y primavera, es decir las mejores temporadas para visitar la región, cuando las temperaturas rodean los 30 grados durante el día y los 22 por la noche. Otra cosa son las demás temporadas del año: calor húmedo y posibilidad de peligrosos huracanes. La Riviera Maya ocupa la vertiente caribeña de la península de Yucatán. Una sucesión de bonitas playas de arena blanca y fin caracterizan sus litorales y constituyen la principal atracción turística de la zona. El interior está cubierto por una selva casi impenetrable formada por árboles no muy altos pero espesos. La región es totalmente plana, no hay cerros ni ríos que fluyan en la superficie. Los cursos de agua solo son subterráneos. A veces salen creando un “cenote” un pequeño lago con agua fría y limpia. Un salto en un cenote, rodeados por la vegetación, y acompañados por el canto de algún pájaro, y por la mirada vaga de alguna iguana que toma el sol, es algo imperdible. Si se posee el equipamiento de submarinismo a veces es posible hacer inmersiones y recorrer el río subterráneo desde un cenote hasta otro. La ciudad principal y también la única que posee un aeropuerto internacional es Cancún. A lo largo de las ultimas décadas se ha transformado, desde un pequeño pueblo que era, en una ciudad de 450.000 habitantes, hecha a medida de los turistas. Un poco más al sur hay otra ciudad muy conocida: Playa del Carmen. Es un lugar perfecto para quien quiere estar entre mucha gente, salir de fiesta por bares y discotecas, y pasear por calles llenas de turistas. Quien quiere este estilo de vacaciones tiene absolutamente que ir a dar una vuelta por la 5a avenida de Playa del Carmen. Quien desea una zona más tranquila donde descansar tendría que bajar un poco más al sur. En Akumal las playas son siempre muy bonitas y el arrecife está cerca del litoral así que es posible tomar el sol, relajarse o bucear en total tranquilidad. Las playas más grandes y largas están todavía más en el sur, cerca de Tulum. Aquí es verdaderamente posible aislarse de todo el mundo, nadar, dar paseos interminables o tumbarse en el sol en absoluto relax. Bajando todavía más se llega a la biosfera de Sian Ka’an, una vasta región de lagunas protegidas y casi virgenes donde es posible observar varios ejemplares de flora y fauna. La carretera 307, principal vía de comunicación de la Riviera Maya, corre paralela al litoral unos centenares de metros más en el interior. El taxi colectivo es el principal y más económico medio de transporte. Multitudes de camionetas que pueden llevar unas quince personas recorren a cada hora la carretera que une Playa del Carmen con Tulun. Paran bajo petición y el coste del transporte es siempre de 20 pesos (2 dólares) sea cual sea el trayecto. Por supuesto es impensable llegar aquí sin dedicar un poco de tiempo a la antigua civilización Maya y visitar unos de los más importantes sitios arqueológicos como Chichen Itzá con la empinada pirámide de Kukulcán, o Cobán y Tulum. Este último está situado en un promontorio al lado del mar. Desde el principio del 2006 está prohibido subir a las pirámides para evitar peligrosas caídas y también para proteger estos increíbles lugares. Además poder fotografiar una pirámide sin miles de turistas que intentan escalarla es mucho mejor! Una visita obligada merecen también las ciudades coloniales. Y ya que el tiempo nunca es suficiente os aconsejo Valladolid que tiene la ventaja de estar situada en la carretera que une los principales sitios arqueológicos. Por último deseo deconstruir la imagen, conocida en todo el mundo, del típico mexicano sentado en la sombra de un cactus con un enorme sombrero en la cabeza perdido en una interminable siesta. Esta imagen no tiene nada a que ver con la realidad, y los mexicanos que pude ver vivir y trabajar me lo han sobradamente demostrado. |
